La tarde huele a tarde
y vas conmigo por la tarde,
consuelo de las horas sombrías
me conduces a la noche,
noche que sabrá a noche
y nos acercará a la eternidad
de la alegre madrugada,
madrugada que beberemos como madrugada,
presagio del dorado amanecer,
amanecer que veremos amanecer
sin recato ni inocencia, sin ruborizarnos,
para embarcarnos en la mañana,
mañana que viviremos como mañana
plagada de futuro y utopías,
en las que habitaremos esperando el medio día.